En otros tiempos, practicábamos todas las posturas del yoga con la antena de la radio y la televisión, con el fin de dejar la nieve atrás y obtener una buena señal.

También hemos visto a compañeros subiendo en hombros a sus parejas con el brazo en alto, intentando obtener una rayita más de cobertura.

Pero nada de eso es comparable con el caos que se monta para tratar de que te vaya bien Internet o el mismo WiFi, ese maná de la interconexión inalámbrica que necesitamos todos en nuestras vidas como el café de los lunes o el vermú de los domingos. Se ha llegado a ver gente desesperada, en pos de saber cómo mejorar la velocidad de Internet, rezando de forma afligida por las esquinas, pidiendo una solución al Dios de la tecnología.

Cómo mejorar velocidad de Internet: 6 consejos para una mayor rapidez

Por toda esa gente que lo pasa tan mal intentando saber qué diantres está pasando que no le cargan nunca las páginas ni se le descargan los archivos, por todos ellos, va este artículo en el que trataremos de dilucidar cómo mejorar la velocidad de Internet con las técnicas y tácticas de las que podemos disfrutar en este año 2020.

1. Prueba tu velocidad

Con intuir que tu Internet va mal no es suficiente; por ello lo mejor que puedes hacer es probar tu velocidad, testearla. Porque si realmente no sabes la velocidad que ya alcanzas, no sabrás nunca si la estás mejorando en mucho, en poco, o empeorando. Para ello hay gran cantidad de aplicaciones que podrás encontrar por Internet. No te limites a una sola medición, realiza el proceso durante varios días y en varias ocasiones, así podrás asumir los horarios de saturación o algunos problemas puntuales.

2. Reinicia tu red

Puede parecer demasiado fácil, pero hay problemas de conectividad que pueden solucionarse reiniciando el router, como por ejemplo fallos del sistema operativo, dos dispositivos que tengan la misma IP y este conflicto haga que la red falle, exceso de calor…

Así que, ya sabes, dale al “botón gordo” antes de volverte loco buscando posibles e intrincados problemas y soluciones.

3. Cuídate de las interferencias

Puede que no lo sospecharas, pero existen dispositivos que no están vinculados con el WiFi y que pueden, a veces, operar en las mismas frecuencias de 2,4 Ghz o 5 GHz.

Desde aparatos bluetooth, teléfonos móviles, monitores de bebés, antenas parabólicas mal colocadas, fuentes de alimentación, pantallas LCD… El microondas, por ejemplo, puede llegar a generar radiofrecuencias que entorpecen la red hasta hacerla ir más lenta o incluso desconectarla.

Por ello debes colocar el router estratégicamente y lo más alejado posible. También puede ser una buena idea apagar (de forma temporal) aquellos artefactos electrónicos que te puedan molestar, para ver cómo afectan sus interferencias. A malas podemos solucionar las interferencias de frecuencia cambiando el canal WiFi para el router.

4. El mejor canal de wifi

Puede que tus amables vecinos y sus inherentes routers interfieran en el tuyo haciendo que tu señal se resienta. Esto se debe a que los routers inalámbricos operan en una serie de canales diferentes. Lo mejor es que pongas el tuyo en el canal que menos cantidad de interferencias pueda tener. Para ello, para encontrar el canal que más te conviene, puedes utilizar herramientas como Wi-Fi Stumbler o Wi-Fi Analyzer.

5. Di no al ladrón de wifi

Aunque tu router tenga esa contraseña imposible de memorizar, puede que sea muy fácil de hackear por los mínimamente entendidos. Los expertos ladrones de WiFi lo saben, no digo que sean algo así como Carmen Sandiego o Ethan Hunt, pero suelen averiguar de una manera fácil la contraseña ajena, sobre todo si aún se utiliza la contraseña que viene de fábrica.

Por ello, por el bien y seguridad de nuestro WiFi, lo mejor que podemos hacer es aumentar drásticamente la seguridad del router. Usar una clave WPA o eternizar la clave alargándola sin fin y personalizándola, de tal modo que el cleptómano de ondas wifi se dé por vencido intentando hackearla.

6. Aplicaciones que meriendan ancho de banda

Mira a un lado y a otro; si hay alguien por ahí que no para con las videollamadas, que no tiene vida porque la dedica a los juegos online, que encima descarga torrents a mansalva o se dedica a pulir plataformas como Netflix todo el día… seguramente ése, si no eres tú mismo, es el que está acabando con tu velocidad de Internet.

Actividades como las anteriormente citadas son las que se pueden llegar a comer gran parte de tu ancho de banda, haciendo que la velocidad de tu Internet se vea resentida para el resto de los usuarios. Hay que dar preferencia a algunas aplicaciones frente a otras, para que las más importantes reciban el ancho de banda que merecen.

Y ya que hablamos de monitorización…

¿Qué tal un poco de espacio para charlar sobre lo último en monitorización? ¿Conoces Pandora FMS? Pues Pandora FMS es un sistema de monitorización flexible, capaz de monitorizar dispositivos, infraestructuras, aplicaciones, servicios y procesos de negocio.

Por ejemplo, si tienes una página web y quieres saber si tus visitantes están teniendo una buena experiencia de usuario, puedes monitorizarla con Pandora FMS. En este vídeo puedes ver cómo:

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