IoT y código abierto: ventajas e inconvenientes

Cuando hablamos de IoT (o Internet de las Cosas), inmediatamente imaginamos una serie de aparatos -aunque el IoT sea mucho más que eso, solemos pensar en electrodomésticos- funcionando de forma coordinada, como por arte de magia.

Pero los que se dedican a la magia (como los que se dedican a la ingeniería) saben que detrás de un gran efecto hay un complicado y trabajado mecanismo ideado para conseguir que el truco salga adelante a la perfección, y el público primero se sorprenda y después rompa a aplaudir.

Con el Internet de las Cosas sucede igual. Aunque aún nos encontramos en los albores del desarrollo del IoT, dentro de unos pocos años es probable que comencemos a sorprendernos con los asombrosos “trucos” que éste nos ofrezca, pero éstos no aparecerán ante nosotros por ciencia infusa, sino que esconderán tras de sí el duro trabajo de muchas personas.

Como en todo gran número de magia, el IoT y el código abierto deben vencer muchos obstáculos que resultan invisibles a los ojos del espectador. Ya hemos hablado de alguno de ellos, como la interoperabilidad. Pero también existen otros: escalabilidad, perdurabilidad… El crecimiento y adopción comercial del IoT deberá vencer muchos obstáculos, y eso es algo que trae de cabeza a magos de la ingeniería de los cinco continentes. No obstante, y para su solaz, en su auxilio acuden algunas herramientas, como el IoT y código abierto.

¿Qué es el código abierto?

En una descripción muy breve, podemos decir que el código abierto (open source) es una forma de desarrollar software basada en la colaboración entre desarrolladores. El concepto de código abierto se desarrolla en el ámbito del “software libre”, y aunque no es exactamente lo mismo, se imbuye de su filosofía.

Para que un lego en la materia pueda entenderlo: con frecuencia, cuando una empresa crea un software, oculta su código, de forma que el resto de desarrolladores no puede conocerlo ni modificarlo. Habitualmente, las empresas hacen esto tanto por motivos comerciales (no desean que su software se distribuya de forma gratuita) como para mantener la integridad del código (no desean que sufra modificaciones). Y ambas son buenas razones.

El software libre, por el contrario, lo que pretende es ofrecer un desarrollo (habitualmente de forma gratuita) y dejar a los programadores la puerta abierta a que realicen las modificaciones que estimen oportunas en el código con el fin de mejorarlo.

Existen una serie de requisitos para considerar qué se puede considerar código abierto o software libre, pero no es objeto de este artículo desarrollarlos. Si queréis conocer el tema en mayor profundidad, vuestra amiga Wikipedia os ofrece más información al respecto.

IoT y código abierto ¿Cómo pueden ayudar?

Como decíamos, no resulta fácil hacer magia. Y si para conseguir un gran efecto debemos poner a miles de magos de acuerdo, resulta mucho más difícil.

El IoT involucra e involucrará a millones de dispositivos, creados por miles de fabricantes diferentes. Y muchos de ellos deberán trabajar coordinadamente, transmitirse información de unos a otros, para que la “magia” del IoT funcione como es debido. ¿Cómo hacerlo en esta “Torre de Babel” en la que cada programador, cada ingeniero, cada dispositivo, habla su propio idioma?

Una de las soluciones (auqnue no la única) podría estar en el software libre. Echemos un vistazo a algunas de las formas en las que podría ayudar, el IoT y código abierto.

– Interoperabilidad

Es tal vez la mayor razón para hablar de IoT y el código abierto. Ya lo hemos comentado: millones de dispositivos “hablando” los idiomas de sus fabricantes. ¿Cómo hacer que se entiendan entre ellos? El código abierto puede ser una respuesta. Las comunidades que trabajan con código abierto utilizan estándares comunes y protocolos abiertos, posibilitando una mayor integración en sus plataformas.

– Comercialización

Ya lo hemos dicho: no resulta sencillo hacer “magia” en el campo del IoT. Los consumidores quieren productos que de verdad mejoren su vida; de lo contrario, no adoptarán el Internet de las Cosas, o lo harán de una forma muy reducida.

El IoT y el código abierto podría ser un arma para facilitar y acelerar la expansión comercial del Internet de las Cosas. Y aunque sea cierto que suele conllevar el uso gratuito (aunque sea de forma parcial), las empresas saben desde hace años que existen diversas formas de extraer un rendimiento económico del desarrollo de software.

– Innovación y renovación

El IoT debe ser, por definición, una tecnología en constante cambio, y eso es algo que dificultan los códigos cerrados. El código abierto, por el contrario, es más dinámico y la continua transformación forma parte de su ADN. Las comunidades abiertas y el trabajo colaborativo son un ecosistema ideal para hacer evolucionar un software, innovar y renovar de forma constante.

– Perdurabilidad

Muy relacionada con la renovación. El desarrollo del IoT promete ser revolucionario y acelerado, y eso está muy bien, pero el usuario no quiere que los dispositivos que ha adquirido hoy queden obsoletos e inservibles dentro de unas semanas. La flexibilidad del código abierto puede contribuir a una mayor perdurabilidad de sus desarrollos, a través de una mayor adaptabilidad a lo largo el tiempo. Ya lo dicen algunos: “renovarse o morir”. En el código abierto la renovación es continua y, por ello, su vida suele ser más larga.

Pero, ojo, no todo son ventajas

¿O es que hay algo en la vida que carezca de inconvenientes? Si bien el código abierto puede ofrecer algunos beneficios en el ámbito IoT, también puede verse lastrado por desventajas. Conozcamos algunas.

– Mayores exigencias de formación técnica

Y es que no todo el mundo está preparado para utilizar software de código abierto. Además, con frecuencia, el software privativo ofrece formación o soporte de los que es más difícil disponer si se opta por el software de código abierto.

– Falta de garantías

En el ámbito del código abierto “todo es de todos” y “nada es de nadie”, al mismo tiempo. Al carecer con frecuencia de un titular claro, el código abierto también suele carecer de un responsable que haga frente a los problemas que puedan generarse, lo que puede generar la desconfianza de los usuarios.

– Falta de productos

Aunque algunas áreas del software de código abierto pueden crecer a gran velocidad, otras pueden resultar menos atractivas y no encontrar soluciones open source, o ser de una calidad menor a las que ofrece el código cerrado. En concreto, las áreas que requieren de una gran especialización suelen carecer de opciones de código abierto.

– Cambios en el entorn

En ocasiones, el software de código abierto termina siendo adquirido por empresas, que pasan a cobrar por su utilización. De ocurrir esto, se pueden llegar a dar situaciones como que una amplia estructura esté funcionando con código abierto para, llegado el momento, verse forzados a pagar por su uso o por el contrario tener que dejar de utilizarlo.

Como podéis observar, existen motivos tanto para vincular el IoT y el código abierto como para no hacerlo. Y ahora que ya conoces un poco mejor la relación existente entre ellos, ¿qué tal si dedicas unos minutos a conocer Pandora FMS?

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