Ancho de banda; qué es y cómo afecta a la velocidad de las conexiones

Durante los últimos años, y al albor de la celebradísima entrada de Internet en nuestras casas y nuestros adorados teléfonos móviles, conceptos como el de ancho de banda, antes restringidos a grupos más técnicos, han entrado en nuestras vidas de la mano de oleadas de expertos que nos recomiendan tal o cual conexión en base a criterios con frecuencia un tanto cuñadiles.

Sin embargo, aunque oigamos hablar mucho del ancho de banda y podamos tener más o menos una noción de qué se trata, conviene conocer mejor de qué estamos hablando. En este post vamos a profundizar un poco en el maravilloso mundo del ancho de banda, a descubrir qué es y entender cómo repercute en nuestras conexiones el tener un ancho de banda mayor o menor.

¿Qué es el ancho de banda?

Si hablamos de informática (porque el término también se utiliza en otros ámbitos), conocemos como ancho de banda a la cantidad de información (datos) que se puede enviar a través de una conexión de red en un determinado periodo de tiempo.

Dado que se trata de una medida relacionada con el tiempo, el ancho de banda suele medirse en unidades de información por segundo. Dependiendo de cuál sea la cantidad de información que seamos capaces de enviar hablaremos de bytes por segundo (BPS), kilobytes por segundo (KBPS), megabytes por segundo (MBPS), etc.

Ahora bien, también existe otra acepción informática del término que, aunque se utilice con menos frecuencia, también conviene conocer, como es la que se refiere a la cantidad de transferencia de datos (habitualmente medida en forma mensual) que permiten a sus usuarios las empresas que ofrecen servicios de hosting web.

¿En qué nos afecta todo esto?

Como atento e inteligente lector del blog de Pandora FMS que eres, seguro que te vas haciendo una idea de cuáles son las poderosas consecuencias que un mayor o menor ancho de banda desata en nuestras vidas. Efectivamente, las que más nos preocupan tienen que ver con la velocidad de nuestras conexiones.

Y es que, en este dinámico mundo en el que vivimos, la velocidad es clave. ¡Y también los datos! Queremos muchos, muchísimos datos a la mayor velocidad posible. ¿De qué otra forma, si no, podríamos hacer cosas como ver sin interrupciones los vídeos del lorito bailón o enviar a nuestros amigos las fotografías de nuestro último desayuno en calidad Súper HD?

Por ello, si en algunas situaciones el ancho de banda no es el adecuado a nuestras necesidades, algunos síntomas como las ganas de tirar el ordenador por la ventana pueden aparecer, lo que no deja de ser preocupante.

Algunas razones por las que el ancho de banda podría estar afectando a la velocidad de tus conexiones

-Tu proveedor de servicios de Internet no te está dando lo que necesitas

¿Acabas de contratar la mejor conexión hipermegarápida del mercado, y aun así ves los vídeos del bebé cabreado a saltos? Deberías contactar con tu proveedora, porque tal vez haya algún problema técnico o no te estén suministrando el ancho de banda que has contratado.

Por cierto, acerca de todo esto ya publicamos un estupendo artículo de nuestra compañera Carla Andrés en el que se hablaba acerca de la monitorización del ancho de banda.

Aunque también puede ser, simplemente, que tu conexión, que antes era hipermegarápida pero ya no lo es, se haya quedado anticuada y necesites contratar otra que te proporcione un ancho de banda mayor con el que satisfacer tus ansias de datos a gran velocidad.

-Alguien está utilizando tu conexión Wi-Fi sin autorización

¿Te acuerdas de ese vecino que te mira por las mañanas con una sonrisa maliciosa? ¿No te has fijado en que, desde que lo hace, tu conexión a Internet es mucho más lenta? ¡Es posible que esté utilizando tu conexión Wi-Fi?

Vale, no te tomes esto como una carta blanca para sospechar de todos tus vecinos –ni siquiera de los que te miren con cara de listillo-, pero debes saber que uno de los motivos por los que podrías estar perdiendo velocidad en tus conexiones es el hecho de estar compartiendo ancho de banda con alguna persona no autorizada.

Habitualmente, las conexiones Wi-Fi suelen ser privadas e ir protegidas por una contraseña, así que tal vez deberías revisar la tuya, no vaya a ser que sea pública o esté protegida por una contraseña demasiado débil.

-Estás abusando del ancho de banda de tu conexión

Es algo que también puede ocurrir. El ancho de banda de tu conexión puede ser estupendo, pero si invitas a tu casa a conectarse a Internet a un batallón de alabarderos, es posible que la velocidad se resienta. Y es que, como su nombre indica, el “ancho” significa algo, y si la información que demanda circular por ese ancho de banda es demasiado grande, esta tendrá que esperar…

Aunque los anteriores motivos (además de algunos otros) pueden estar ocasionando una caída en la velocidad de tu conexión relacionada con el ancho de banda, debes saber que también existen otros factores que pueden estar afectándola. Por ejemplo, la latencia puede ser demasiado alta, o puede que tengas problemas con el router. No se trata de hacer una enumeración exhaustiva, pero también es algo que deberías tener en cuenta si tienes este tipo de problemas.

Y ahora que ya hemos visto qué es el ancho de banda, ¿por qué no dedicas unos minutos a conocer Pandora FMS?

Como podrás ver si entras al artículo que hemos mencionado antes, una de las cosas que Pandora FMS puede monitorizar es el ancho de banda, pero es que además ¡Pandora FMS puede monitorizar otras muchas cosas!

Porque Pandora FMS es un software de monitorización flexible, capaz de monitorizar dispositivos, infraestructuras, aplicaciones, servicios y procesos de negocio.

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