Microcentros de datos, ese imparable David hundiendo de nuevo a Goliat

Razones por las que necesitas los microcentros de datos

Todos aquí recordamos un par de alegorías bíblicas. Que si la del Buen samaritano, que si El hijo pródigo, que si aquella del aragonés con Adidas nuevas y el trolebús de la línea 8… Pero la que nos interesa hoy es la del santísimo y betlemita Davi​d, precedido por Saúl y sucedido por Salomón, que, entre sus muchos logros, consiguió vencer al gigante filisteo Goliat. Y lo hizo pese a su diferencia de tamaño y fuerza, lo que nos viene pintiparado para explicar el potencial de los microcentros de datos frente a los centros de datos tradicionales.

Microcentros de datos, pequeños pero matones

Mira por el retrovisor, un retrovisor también alegórico, ya que es muy probable que no te encuentres conduciendo mientras lees este brillante artículo. Mira por el retrovisor. Muy atrás en la carretera queda la monotonía gris de los centros de datos centralizados. Sí, con lo novedoso y cool que queda la computación en la nube, por lo que las empresas actualmente optan, los centros de datos están deviniendo, de una manera sutil, en microcentros de datos. Eso es, versiones más pequeñas y sucintas del sistema, la mecánica y el aparataje tradicional.

Estas “versiones reducidas”, en comparación con los centros de datos tradicionales, están creadas para un tipo diferente de carga de trabajo. Además, solventan problemáticas muy específicas que un centro de datos tradicional ya no puede.

Macro cualidades de un microcentro de datos

Si vamos directamente a las características más comunes, el microcentro de datos más típico ronda los diez servidores y las cien máquinas virtuales. Son sistemas autónomos que contienen las mismas capacidades que los centros de datos tradicionales y más aún. Hablamos de sistemas de refrigeración, sistemas de seguridad, sensores de humedad y una fuente de alimentación constante.

Ya no necesito que miréis al retrovisor, fijaos ahora en la luna delantera. Debido a la pandemia mundial de Covid 19 el trabajo a distancia o teletrabajo se ha instalado en nuestras vidas de forma permanente. Bien, pues estos microcentros de datos tan pequeños y cucos se han conformado como la propuesta ideal para ubicaciones de todo tipo y pelaje. Pueden desplegarse en un mayor número de emplazamientos y habitáculos. Incluso para una instalación rudimentaria en la oficina de turno resultan de lo más silenciosos y funcionales.

Más beneficios de los microcentros de datos

Si tuviéramos que hacer una lista oficial de beneficios y ventajas de nuestro pequeño David, lo primero que apuntaríamos, con letra negrita, es que, directamente, los microcentros de datos potencian a las empresas. Y no lo hacen por arte de magia, lo hacen, por ejemplo, reduciendo los costes de los servidores, ya que no requieren un almacenamiento voluminoso, o, dando la opción a las empresas de actualizar según sus propias necesidades. Esto ya, por sí solo, supone una diferencia sustancial de costes que vendrá muy bien para el desarrollo y crecimiento de las empresas.

Los microcentros de datos son más cercanos a los usuarios, lo que también se convierte en una reducción de la latencia. Además de lo baratos que resultan respecto a los centros de datos tradicionales.

Si seguimos mirando hacia delante los avances van llegando, uno tras otros, como señales de tráfico que dejamos rápidamente atrás con nuestro buga alegórico. Cada vez las empresas tecnológicas tienen más datos que acumular y se ven necesitados de más potencia de procesamiento. Las grandes marcas no tendrán problema, tienen la pasta, pero, ¿qué me decís de los pequeños despachos, de las superficies minoristas, de las firmas de pueblo? Ellos más que nadie deben aprovechar las ventajas del edge computing y los microcentros de datos para mejorar sus negocios. Y no sólo porque tengan las ubicaciones remotas más extrañas y dejadas de la mano de Dios, sino porque estos microcentros de datos pueden ejecutar todo tipo de sistemas de seguridad, cajas registradoras y otros sistemas digitales típicos de pequeños comercios.

Imagina al tendero de tu vecindario, “Pepe, El 6 dedos”, usando la analítica de datos para mejorar el marketing. Después de todo, los microcentros de datos sólo necesitan un armarito confortable para su refrigeración. Y si hablamos de una pequeña caja de ahorros o banco, pues bueno, estos pueden implementar sus prácticas financieras haciéndolas más eficientes con microcentros de datos. Inclinándose incluso hacia las soluciones de TI, el edge computing, el IoT…

Aviso a navegantes: No hay que confundir los microcentros de datos con el edge computing.

Para no caer en la confusión: los microcentros de datos se aprovechan del edge computing para llegar a su objetivo, mientras que el edge computing es el que incrementa la potencia de procesamiento, la acerca a la fuente de datos, acelera el proceso de transporte de datos y mejora el rendimiento de los dispositivos.

Aunque fuera esta vez del 1.º de Samuel 17:4-23; 21:9, David vuelve a reventar y dejar por los suelos a Goliat. Demostrando que lo pequeñito puede tumbar a lo grande y que todos tenemos una oportunidad en esta tierra de Dios, al menos si somos lo bastante avezados y luchadores.

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