Línea base de red y los retos que imponen las nuevas tecnologías

El tema de las líneas base de red surgió hace ya bastante tiempo. Todo partió de entender que las redes no son entidades estáticas, sino que son un conjunto de elementos que cambian en el tiempo.

Se entendió también que las redes las conforman no solo los elementos físicos y tangibles, como un enrutador o un switch, sino que debemos contar con elementos un poco más abstractos, como el patrón de tráfico sobre un enlace WAN, por ejemplo.

Todo esto nos llevó a la necesidad de evaluar en el tiempo las características, el comportamiento y muy especialmente el rendimiento de las redes.

Fue entonces que surgió la idea de disponer de una línea base de red, que representara su estado ¨normal¨ o ideal¨, proponiéndose un análisis basado en la comparación de la situación de un momento dado con el estado ideal o línea base, y en función a las diferencias inferir información sobre el rendimiento de la red.

Ahora bien, considerando la idea inicial de que las redes cambian, se determinó que una línea base de red funcional no era un simple reporte sobre el estado de la red en un momento dado, y se estableció que los verdaderos beneficios de una línea base se obtienen cuando dicha línea base se revisa y actualiza de forma regular en el tiempo.

Pronto surgieron las metodologías y procedimientos para establecer líneas base de red y las discusiones sobre qué elemento incluir, qué parámetros, qué valores, cada cuánto revisar las líneas base, etc.

Y a pesar de que nunca se logró un estándar para las líneas base de red, el concepto se extendió al resto de la plataforma (redes, enlaces WAN, servidores, aplicaciones, procesos, etc.).

Ahora bien, las plataformas que pretendemos evaluar utilizando línea base han experimentado cambios profundos a razón de la penetración de tecnologías como la virtualización, los servicios en la nube, SD-WAN, entre otras.

Es por esto que en este artículo les proponemos revisar los retos que las nuevas tecnologías implican para la creación, mantenimiento y utilización de líneas base de red.

Líneas base y sus beneficios

Comencemos por retomar los beneficios de las líneas base de red y verificar su relevancia actual.

  • Una línea base permite determinar el comportamiento anormal de algún elemento de la plataforma, por ejemplo la presencia de un patrón de tráfico anormal que pueda ser indicativo de un problema de rendimiento de una aplicación o de una violación de seguridad.
  • Dado un requerimiento específico sobre la plataforma, una línea base puede permitir evaluar si la plataforma puede satisfacer o no dicho requerimiento.
  • Una línea base de red puede facilitar el análisis asociado con la introducción de un cambio en la plataforma, aportándonos una visión del antes y una visión del después del cambio.
  • Permite tomar acciones preventivas, es decir, prever problemas de rendimiento incluso antes de que los usuarios eleven quejas o se dispare una alarma.

    Por ejemplo, digamos que en nuestra línea base incluimos un parámetro de latencia para el que el límite de calidad se fija en 5. Trabajando con la línea base podemos identificar un aumento constante en este parámetro, desde 3 a 4.4, lo que nos llevaría a tomar una acción preventiva.

  • Facilita la evaluación y optimización de costes asociados con la plataforma; el ejemplo típico aquí es utilizar la línea base para evaluar el patrón y cantidad de tráfico de los enlaces de comunicación WAN, de manera de identificar qué enlaces están siendo subutilizados y cuáles están llegando a sus límites de utilización.

Línea base de red y las herramientas de monitorización

Los procesos de creación y mantenimiento de líneas base tienen un antes y después con la penetración de las herramientas de monitorización.

Una herramienta de monitorización de propósitos generales, como Pandora FMS, es sin duda la plataforma ideal para generar y aplicar el concepto de línea base.

Para precisar la relación entre las líneas base de red y las herramientas de monitorización podemos mencionar lo siguiente:

  • Extracción de la información: Antes de las herramientas de monitorización, una de las fases más complejas de la creación de líneas base era sin duda la obtención de información sobre los equipos de la plataforma.
    Si se quería utilizar el protocolo SNMP para obtener esta información, se requería de un esquema para implementar el protocolo. Además, la diversidad en marcas y en naturaleza de los dispositivos de la plataforma suponía un obstáculo que podía llegar a implicar la presencia de varias herramientas administrativas.

    Con las herramientas de monitorización, en primer lugar se diversifican los esquemas de obtención: podemos pensar en SNMP para algunos dispositivos y WMI para otros.

    Por otro lado, las herramientas representan un punto central desde donde se puede acceder a todos los dispositivos de una plataforma sin importar su propósito, marca o modelo.

  • Esquema de alertas: Una de las principales ventajas de las herramientas de monitorización es la implementación de un esquema de alarmas.

    Un punto central en esta implementación es la definición de los indicadores de rendimiento o KPI (key performance indicator), así como sus valores ¨normales¨ o ¨ideales¨.

    Sin duda, las organizaciones que trabajan con líneas base tienen el trabajo adelantado, por lo que pueden ajustar la plataforma de alarmas con relativa sencillez.

    Las que no, al momento de finalizar la instalación de las herramientas de monitorización pueden crear una línea base con todas las facilidades otorgadas por la herramienta, además de aprovechar la retroalimentación de los resultados que se obtengan a través de la plataforma de monitorización, para ajustar o actualizar la línea base.

    Al lector interesado en el sistema de alarmas de Pandora FMS le recomendamos este artículo, que presenta una introducción muy clara al tema.

  • El análisis multicapa: Con este tipo de análisis nos referimos a la capacidad que tenemos, con Pandora FMS, de poder cruzar información sobre dos o más elementos de la plataforma durante la búsqueda de la resolución de un problema de rendimiento.

    Esta capacidad de análisis ofrece a las líneas base mucha mayor justificación e incluso una nueva dimensión, ya que puede registrarse la relación que debe existir entre elementos diferentes de la plataforma para asegurar cierto nivel de rendimiento.

Los nuevos retos

En este apartado les invitamos a reflexionar sobre el impacto que ciertas tecnologías tienen sobre el manejo de líneas base.

Diversidad en los tipos de redes

En tanto más diversa es nuestra plataforma más complicado se hace establecer y mantener una línea base de red funcional.

Con diversidad aquí nos referimos a la inclusión de tecnologías o modelos diferentes a los que utilizamos regularmente en nuestra plataforma.

Por ejemplo, la popularización de las tecnologías inalámbricas ha implicado un reto para los administradores de redes tradicionalmente cableadas, que han visto crecer en tamaño y en importancia las redes inalámbricas en sus organizaciones.

Para incluir el rendimiento de los servicios sustentados por las redes inalámbricas se requiere asumir nuevos parámetros de evaluación y nuevas formas de medir dichos parámetros.

Esto, que en principio no suena tan complicado, en realidad implica mucho de conocimiento e investigación sobre estas tecnologías, de manera de poder hacer su inclusión a la línea base de red de forma óptima.

Lo que sucede con tecnologías como las redes inalámbricas pasa también con los modelos de trabajo. Así pues, modelos como el centrado en Internet, SD-WAN, DevOps, Agile y otros, que proponen cambios en la concepción de los recursos y su utilización, implican un reto para los responsables del rendimiento global que suelen utilizar líneas base de red.

Cambios en la arquitectura

Casi cualquier procedimiento diseñado para establecer una línea base de red parte de una actividad fundamental; ejecutar un inventario de todos los elementos clave de la plataforma.

El ideal es que, si en algo cambia nuestra plataforma, este cambio se vea reflejado en nuestra línea base a través de una actualización y la generación de un nuevo estado ¨normal¨.

En estas actualizaciones de líneas base las tecnologías de virtualización representaron un reto, ya que fue necesario considerar además de los elementos físicos todos aquellos dispositivos virtuales que se estuvieran utilizando.

Así mismo, las plataformas híbridas (nube – red propia) o el hecho de tener aplicaciones o parte de ellas basadas en servicios en la nube debe verse reflejado en nuestras líneas base.

Esto implica, por ejemplo, que el tiempo de respuesta en la ejecución de una acción en una aplicación deberá ser calculado reflejando el tiempo de respuesta asociado con los elementos en la nube y el tiempo de respuesta asociado en nuestra red propia.

Por otro lado, la presencia de un nuevo elemento en la plataforma -nos referimos a los servicios en la nube como tal- nos lleva la necesidad de medir su rendimiento.

Esto implica que debemos determinar cómo evaluar el funcionamiento de AWS o Azure, como siempre lo hemos hecho con los enlaces WAN, por ejemplo.

El tiempo de permanencia de los elementos

Hoy en día, la permanencia en el tiempo de los elementos virtuales y de los recursos en la nube representan un reto para los responsables de las líneas base.

Digamos, por ejemplo, que tenemos una aplicación sustentada por servidores en la nube y utilizando las facilidades que nos aporta el proveedor somos capaces de diseñar la presencia de un grupo de servidores solo cuando el número de transacciones supera cierto valor límite, es decir, a demanda.

Luego, estos mismos servidores serán eliminados automáticamente si el número de transacciones baja de dicho valor límite.

Este esquema, que puede resultar muy apetecible tanto técnica como económicamente, debe ser considerado a la hora de establecer la línea base asociada con la aplicación en cuestión, ya que, bien visto, se trata de dos plataformas bastante diferentes.

Así mismo, el servicio de servidores bajo demanda debería ser objeto de medición para asegurarnos de su efectividad.

Lo mencionado anteriormente no deja de ser un ejemplo, pero ilustra cómo la forma de concebir, mantener y utilizar las líneas base debe ajustarse a la presencia de elementos efímeros muy comunes en entornos virtualizados y servicios en la nube.

En definitiva, podemos decir que los beneficios de generar, mantener y realizar análisis del rendimiento de nuestra plataforma en base a líneas base de red siguen siendo apetecibles, por lo cual debemos actualizar este clásico de manera de adaptarlo a la presencia de nuevas tecnologías.

Por otro lado, disponer de una herramienta de monitorización de propósitos generales, como Pandora FMS, nos ofrece el mejor escenario posible para generar y mantener una línea base.

Si el lector desea monitorizar más de 100 dispositivos, puede contactar con el equipo de Pandora FMS de una manera muy sencilla, gracias al formulario de contacto que se encuentra en esta dirección.

Si sus requerimientos de monitorización son modestos, puede utilizar la versión OpenSource de Pandora FMS. Encuentre más información aquí.

Shares