¿Qué puedo hacer si mi portátil se calienta demasiado?

Cada verano, cuando llega el calorcito… ¿la temperatura de tu ordenador portátil hace que te replantees tu profesión para dedicarte al cocinado de carnes a la brasa? ¡Que sepas que no eres el único!

Una de las particularidades de los ordenadores portátiles es que suelen sobrecalentarse con más frecuencia que los equipos de mesa, porque sus sistemas de refrigerado suelen ser menos efectivos. Pero que eso no cuente como excusa: un calor excesivo es nocivo porque puede dañar los componentes del equipo y provocar averías y un mal funcionamiento, así que sea cual sea la época del año, recuerda que es algo que deberías evitar.

¿Cuáles son los síntomas de que un ordenador está demasiado caliente?

Aunque el síntoma más habitual y más claro es la propia temperatura que se transmitirá a través de la carcasa, existen otros signos que pueden indicar que tu equipo lo está pasando mal por el calor. Por ejemplo:

• El equipo “se cuelga”, es decir, se para y estanca una imagen fija en pantalla sin que puedas salir de ella.
• La ejecución de tareas se ralentiza, de tal forma que utilizar Internet o cualquier programa se convierte en un suplicio.
• El equipo se reinicia. Esto suele obedecer a un mecanismo de seguridad que tienen muchos equipos y les obliga a reiniciarse cuando la temperatura es excesiva, como mecanismo de protección de los componentes. Si el tuyo lo hace, mala señal.

Además de esto, recuerda que también existen programas que pueden informarte acerca de la temperatura de los distintos componentes de tu equipo, así que si quieres información más precisa siempre tienes la opción de utilizarlos.

Vale, y ahora que ya sé que mi portatil se calienta mucho, ¿qué puedo hacer?

Si tu ordenador portátil se sobrecalienta existen algunas ideas o buenas costumbres que pueden evitarlo o ayudarte a prevenirlo. Naturalmente, funcionarán mejor o peor en función de cuáles sean las causas que estén originando ese sobrecalentamiento. Veamos algunas.

1. No lo coloques sobre las rodillas o en un sillón

Al situarlo en estos lugares o en otro tipo de superficies blandas, es muy probable que obstruyas las rejillas de ventilación del equipo, dificultando la ventilación del mismo. Además, en el caso de situarlo sobre tu cuerpo, éste quedará expuesto al calor que genera el propio equipo, lo que tampoco es una buena idea.

2. Mantén el equipo limpio

La suciedad y el polvo son enemigos naturales de los ordenadores. Y pueden causar problemas en la refrigeración de los equipos, causando, por ejemplo, que los ventiladores no funcionen bien y el aire no fluya en su interior.

Desmontar algunos ordenadores portátiles puede convertirse en una tarea delicada, por lo que en ocasiones es más recomendable poner su limpieza en manos de profesionales, como los que se dedican al mantenimiento informático. Además, podrán llevar a cabo otras tareas beneficiosas para la mejora de la refrigeración, como cambiar la pasta térmica del equipo.

3. No lo utilices al sol y en pleno verano

Vale, puede resultar muy obvio, pero seguro que encuentras alguna persona que lo haga. El calor se transmite allí donde se encuentra, y si sitúas tu portátil bajo el sol en pleno verano es muy probable que acabe convertido en una plancha de asar.

Si no te queda más remedio que utilizarlo pese a las altas temperaturas, busca un lugar a la sombra y lo más fresco posible para hacerlo. Componentes como el procesador o el disco duro lo agradecerán.

4. Cuidado con los exteriores

Si te encuentras en lugares como la playa, cerca de obras, etc, es probable que partículas de arena o polvo se introduzcan en tu ordenador, aumentando la suciedad y dificultando la refrigeración. Si es posible, evita utilizarlo en estos lugares, o protégelo todo lo que puedas.

5. Utiliza enfriadores

Se trata de dispositivos que se suelen situar bajo la carcasa (aunque esto depende de cada modelo) y emiten frío que se transmite al equipo portátil. Tienes que tener en cuenta que tanto el diseño de tu ordenador como el del enfriador influirán en los resultados que obtengas, así que asesórate bien antes de comprar uno.

6. Utiliza adhesivos elevadores

Es otra solución sencilla que a veces funciona. Se trata de instalar en la base del equipo “patas” adhesivas que sirven como soporte y elevan la carcasa, permitiendo que el aire pase por debajo de ésta y la ventilación mejore. Es un sistema bastante simple, pero que puede resultar efectivo.

7. No exijas demasiado a tu equipo

En cierto sentido, un ordenador se parece a un cuerpo humano. Si corres un “sprint” de 100 metros, es probable que acabes acalorado y sudando. Con un ordenador, sucede igual.

Lo que para un ordenador portátil es equivalente a un “sprint”, es decir, la ejecución de varios programas “pesados” al mismo tiempo, puede provocar un aumento en su temperatura. Ten en cuenta que con frecuencia, tu equipo estará ejecutando programas “en segundo plano” que tal vez no necesites. Echa un vistazo y deja en ejecución los programas que realmente debas utilizar. Esto aliviará la temperatura del equipo.

Y hasta aquí hemos llegado, viendo algunas respuestas a esa dramática pregunta “¿qué hago si mi portátil se calienta mucho? Recuerda que una temperatura idónea permitirá prolongar la vida útil de tu ordenador y mejorar su rendimiento, así que ¡no lo utilices para freir huevos!

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