Tendencias tecnológicas en la “Nueva Normalidad”

Este 2020 estamos viviendo una época de cambio. De hecho, no sería una locura juzgar que habrá un antes y un después de esta pandemia, sobre todo por el evidente hecho de que tal pandemia, lamentablemente, ha resultado ser algo con connotaciones a escala mundial e histórica.

Si vamos al apartado que nos toca, la catástrofe del Covid 19 ha hecho que la tecnología evolucione y se adapte de una forma más o menos rápida y consensuada, siendo otro de los factores muy a tener en cuenta en la llamada “Nueva Normalidad”. Por ello, hoy queremos repasar algunas de las tendencias y experiencias tecnológicas que vamos a poder ver de aquí en adelante a causa de la pandemia.

La nueva vida online

Sin duda vamos a ver pasar la experiencia online a primera línea de combate. Es verdad que ya era de utilidad y estaba lo suficientemente extendida, pero ahora el tránsito por el modo online será casi de uso obligatorio. Sin ir más lejos, una gran parte del comercio y de la gama de servicios que antes ofrecía una empresa pasarán a ser predominantemente online.

A partir de ahora, las interfaces te serán más familiares y más coquetas que el mismo contacto humano. Lo sé, suena algo sociópata, tóxico y agorero. Pero las interfaces y el resto de interacciones sin contacto, ya sea por voz, visión artificial o pantalla táctil, serán el pan de cada día a partir de ahora. Para algunos es la forma más sana y segura de llevar a cabo, por ejemplo, pagos. Para otros el fin de la interacción humana. Pobres ancianitos de la cola del super que no podrán narrar sus extensos relatos a la cajera provocando una cola airada y maldiciente monumental.

A algunas de estas tendencias nos hemos podido acostumbrar durante el pasado confinamiento. Es el caso de las teleconsultas a nuestro médico de cabecera. Es de suponer que este tipo de “visitas” al médico, de forma virtual, supondrán un cambio drástico en el sector de la sanidad a escala mundial. Muchos centros ya se están avituallando de tecnología y preparando sus sistemas para las consultas vía online. Las series como Médico de Familia, House o Urgencias perderán ese toque tan humano que nos ofrecían las salas de espera.

Empresas en La Nueva Normalidad

Lo que hasta ahora han podido parecer medidas provisionales debidas a la pandemia se reestimarán. Lo que la urgencia y el apremio instauró y extendió entre todo tipo de empresas e instituciones, ahora, con cierta perspectiva, parece haber llegado para quedarse, conformando nuevas tácticas, modelos y rutas de negocio más adaptadas y en mayor armonía con “La Nueva Normalidad”. Entendemos, claro está, como “Nueva Normalidad” la realidad exigida tras el confinamiento de 2020 por la pandemia mundial de Covid 19.

Las empresas se han visto necesitadas de robustecer toda su infraestructura tecnológica y digital. No es para menos, este 2020 se han sobrepasado las cuotas de tráfico en la red de una forma que no se esperaba hasta dentro de un par de años. Ya no hay un “pico” exacto de tráfico, señores, hay una meseta, ya que estamos utilizando este medio a lo largo de todo el día. Las marcas, todas ellas -a excepción tal vez del sindicato de artesanos de Totana, Murcia- no han tenido ni van a tener otro remedio que confiar su vida a los software mejor adaptados, la Nube, la Inteligencia Artificial, la ciberseguridad, la automatización y la monitorización (de esto último somos los amos), todo con la idea de aumentar su eficacia y presteza en un nuevo sistema, que aunque ya se veía venir ha caído de golpe (para algunos, como un jarro de agua fría).

Tirando de este hilo también veremos aumentar el uso de robots en todo tipo de tareas y empleos. Sí, queridos amantes de la ciencia ficción, estamos ya muy cerca de ese futuro prometido en los años sesenta del pasado siglo por las películas de serie B. Ellos son amables, asépticos y saludables, y por encima de todo no contagian nada raro a nuestras mucosas (aún). Así que los veremos servir alimentos de forma mecánica, tomar cuenta de tus signos vitales en centros médicos o ser la mano de hierro, sin hora para el almuerzo, en factorías y almacenes.

Otros factores a tener en cuenta

En esta casa ya hemos hablado antes de tecnologías IoT y de los datos a gran escala. Siempre fuimos unos adelantados. Bien, ahora estos pasarán a ser parámetros elementales para tomar el pulso a nuestro mundo. Si hay una posibilidad de prever una nueva crisis de esta escala estos serán los medios utilizados.

Las oficinas van a pasar de moda, tanto como asistir a ellas. Lo sentimos por ese rato de cháchara frente a la cafetera o la máquina del agua, pero a partir de ahora el trabajo se distribuirá totalmente entre lo presencial y lo telemático. Por fin el necesario triunfo de las teleconferencias y chats. Aun así, los lugares que las empresas habiliten para sus trabajadores contarán, a partir de ahora, sin duda con una supervisión para mantener medidas tales como pasillos y despachos más amplios, mejor filtración en los conductos de aire, mayor ventilación, material antibacteriano en cada esquina y, quizás, ascensores que ni siquiera necesiten el mínimo contacto con sus botones.

¿Pero qué hay del calor humano de las reuniones y de los eventos? Bien, ya lo pudimos ver en Instagram con tantos conciertos vía online. Los eventos no desaparecen, se digitalizan. Así que veremos un auge considerable de este tipo de eventos a los que podremos asistir sin necesidad de peinarnos o de llevar pantalones. Es así, las empresas cambiarán sus presentaciones en persona por pantallas virtuales con las que podrás interactuar. No habrá canapés a la salida de la ponencia, pero podrás dar like en el más riguroso directo.

Este tipo de formato, más o menos, ya lo hemos podido ver en las teleclases de los nuevos teleinstitutos o teleuniversidad, cuyo mayor éxito ha sido, sin duda, el Erasmus online. Al fin nuestros estudiantes podrán aprender el idioma y otras culturas sin ningún tipo de distracción.

A día de hoy, más de 180 países han pasado a la teleenseñanza, al aprendizaje online. Eso son muchos millones de estudiantes ahorrando tiempo en desplazamientos y en la cola para pillar el bocata, además de poder asimilar y retener mejor la información, según aseveran ciertos estudios. Algo bueno tenía que traer todo este desastre, ¿no creéis?

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