SaaS vs onPremise, ¿utiliza usted la nube?

¿Utiliza usted la nube?

Ojo, no estoy diciendo que esté usted en las nubes, sino que muy probablemente usted está utilizando la nube. Eso es, si utiliza el correo de Google, la suite de office de Microsoft Office 365 o cuando hace una foto con el móvil se sube automáticamente a iCloud o algo similar, usted está utilizando la nube.

La nube, como concepto abstracto, engloba una serie de terminología técnica como SaaS, IaaS, PaaS, etc. Lo bueno de la idea de la nube es que podemos intuir lo que hace gracias a la metáfora: no sabemos dónde están nuestros datos, ni cómo llegan allí, ni tampoco nos importa mucho, pues están lejanos y no nos afecta. El gran éxito de la nube del siglo XXI ha sido encontrar una metáfora especialmente potente que omite la complejidad que hay detrás de esa tecnología y nos da paz de espíritu.

El concepto de utilizar la infraestructura de terceros para “nuestras cosas” es lo más viejo que existe en la informática. De hecho, allá por los años 60 del siglo pasado, la mayoría de la informática funcionaba así. Uno se conectaba a una gran máquina desde un ordenador que no era tal, sino una pantalla y un teclado. Luego la moda de la microinformática dio la vuelta y cada ordenador era autosuficiente. Ahora, casi un siglo más tarde, hemos vuelto a descubrir que es más eficiente tenerlo todo centralizado en un gran sistema.

No tengo nada en contra de las nubes. Bueno, no me va la vida en ello, a no ser que por ejemplo, confíe la infraestructura IT de mi negocio a la nube. Esto es lo que les pasó a una serie de empresas en Asia, como CITEX o BitMax que utilizaban la nube de Amazon (AWS) para albergar su servicio de intercambio de Bitcoins (Exchangers), bueno, a ellos y también a los sitios asiáticos de Adobe, Business Insider, Expedia, Expensify, FanDuel, FiftyThree, Flipboard, Lonely Planet, Mailchimp, Medium, Quora, Razer, Signal, Slack, Airbnb, Pinterest, SendGrid y unos cuantos cientos más. La nube no es infalible, la nube es cómoda.

Hoy día muchas empresas han confiado tanto en la nube que es imposible dar un paso atrás, salirse de la nube, porque tendrían literalmente, que rehacer el sistema con otra tecnología. La nube, es cómoda pero supone una dependencia total del proveedor, especialmente en sistemas tecnológicamente tan optimizados como los de Amazon. Es un caramelo demasiado bueno como para resistirse.

Siendo realistas, si usted ya ha subido al cielo y flota con las nubes, y la tecnología que soporta su negocio está flotando sobre su cabeza, puede que no sea fácil ni cómodo volver atrás, es más, probablemente ya se haya dado cuenta de que la nube no es nada barata y los costes son crecientes a lo largo del tiempo, y complicados de prever.

Bueno, ya está dentro, y no va a cambiar, así que al menos debería ser capaz de vigilar lo que hace su proveedor. Monitoree la calidad del servicio que le ofrecen y asegúrese por usted mismo, porque ¿quién vigila al vigilante? Eso es, hágalo usted mismo, no se fíe de nadie, hágalo con sus propios sistemas, no utilice un sistema en la nube para vigilar a otro sistema en la nube, ponga los pies en el suelo y cómprese un paraguas, sólo por si acaso llueve.

El modelo de “toda la vida”: onPremise

Por el contrario, tenemos el modelo clásico de “me compro el software” y lo uso como quiero, donde quiero y el día que quiero cambio de programa sin muchos miramientos. Aunque parezca mentira, este es realmente el modelo novedoso, el modelo de pago por uso que ha copiado el SaaS es anterior a las licencias de software convencionales. El modelo onPremise, nos da el derecho a usar el software en nuestros propios equipos, en nuestras propias instalaciones y donde el fabricante o dueño del software no tiene ningún acceso o derecho. El único requisito es pagar por él y usarlo en las condiciones aprobadas por la licencia que hemos adquirido.

Análisis de costes onPremise vs SaaS

El modelo onPremise tiene algunas ventajas incontestables, la principal es la seguridad de los datos. Al estar ejecutándose en nuestros sistemas, somos dueños tanto de la información como de los procesos que utilizan esa información. Esto tiene repercusiones legales y de negocio, ya que cambiar de proveedor puede ser más sencillo que cuando estamos empleando el equivalente SaaS.

Aunque parece mentira, a largo plazo el modelo SaaS es más caro que el modelo onPremise, y sobre todo, con el modelo onPremise es mucho más fácil hacer una estimación del Coste Total de Propiedad (TCO) a medio plazo. Esto se puede demostrar fácilmente si comparamos los costes en modelo suscripción/pago por uso (SaaS) y modelo de propiedad de licencia (onPremise) a un año, tres años y cinco años.

  • Supongamos una licencia SaaS cuyo coste anual es de 5000€/año. En este caso es puro OPEX (costes de operación).
  • Supongamos una licencia onPremise cuyo coste anual, el primer año, es de 10,000€ y cuyo coste de mantenimiento anual es el 20% (algo estándar en el mercado). Eso hace un coste de renovación de 2000€/año. En este caso es puro CAPEX (inversión en activos, software).
SaaS  onPremise
1 año 5,000 € 10,000 €
3 años 15,000 € 14,000 €
5 años 25,000 € 18,000 €

Existen factores intangibles, como las barreras de entrada, más altas en los modelos onPremise, y las barreras de salida, más altas en los modelos SaaS. También es cierto que a una instalación onPremise hay que sumar costes adicionales: infraestructura, operación y formación.

En cierto tipo de aplicaciones con poco valor añadido como las herramientas ofimáticas, el modelo SaaS ha venido para quedarse. Office 365 o Google Docs son un ejemplo perfecto.

En otros casos, como Adobe Photoshop, se ha combinado el modelo onPremise con un modelo de pago por uso -suscripción- (pero sin ser SaaS) combinado con el modelo convencional de licenciamiento onPremise.

Resumen de argumentos a favor en cada modelo

SaaS onPremise
La seguridad depende del proveedor La seguridad depende del cliente.
La responsabilidad de la operación es del proveedor.  La propiedad del dato es del cliente.
Ahorro de costes de infraestructura y explotación. Costes de licencia inferiores a largo plazo.
Facilidad en la financiación (Pago mensual o trimestral). Mayor facilidad de planificar costes a largo plazo.
Opex Capex
Menores barreras de entrada Mayores barreras de entrada
Mayores barreras de salida Menores barreras de salida
Tiempos de despliegue más rápidos. Mayor facilidad al realizar una integración con el resto de procesos de negocio.
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