¿Qué es RPA? Guía completa sobre automatización robótica de procesos en IT

Todos hemos tenido el viejo sueño de automatizar nuestras tareas ante el ordenador y cobrar por estar sentados, mientras nuestro trabajador programático lo hace todo. Y la RPA (Robotic Process Automation o Automatización Robótica de Procesos en español) es una tendencia que, con los avances actuales, empieza a dibujar ese escenario, excepto en lo de cobrar por nada.
La RPA surgió con la idea de automatizar tareas tediosas o repetitivas con software. Sin embargo, la tecnología actual abre un escenario con «trabajadores digitales» que, idealmente, podrían hacer la labor de una persona ante la pantalla.
¿Será así? ¿Cuál es el estado actual de la RPA y cómo funciona exactamente? En esta guía completa, analizaremos todo lo necesario sobre la Automatización Robótica de Procesos.

¿Qué es la RPA?

Para saber qué es algo, resulta ideal empezar aclarando lo que no es. Cuando hablamos de RPA, no nos referimos a Skynet creando Terminators, androides como Data de Star Trek o megafactorías robotizadas, trabajando a oscuras sin descanso.
La Automatización Robótica de Procesos es una tecnología de software que permite configurar bots de software que emulan las acciones de un humano interactuando con sistemas digitales para ejecutar un proceso empresarial.
Con la aplicación de tecnologías de Inteligencia Artificial, a esos bots capaces de tareas más complejas, como analizar documentos o interactuar con usuarios inicialmente en atención al cliente, también se les denomina agentes.
Introducir automáticamente un asiento contable, partiendo de una factura recibida por email, podría ser un caso factible de RPA realizada con uno de esos agentes, gracias a tecnologías como OCR e IA, por ejemplo.
Referido a la gestión IT, el RPA ayudaría a automatizar tareas repetitivas, basadas en reglas y que consumen demasiado tiempo y cordura.
En teoría, eso liberaría a los profesionales para dedicarse a tareas de alto valor, como jugar a Silksong. Es decir que, al menos como concepto, no busca sustituir al trabajador, sino reorientarlo a tareas de mayor creatividad y utilidad.
En teoría…

Diferencias entre RPA y otras tecnologías de automatización

La clave de la RPA, y lo que la diferencia de otras formas de automatización más clásicas, es la siguiente: su capacidad para actuar directamente sobre la capa de presentación de las aplicaciones (es decir, la interfaz de usuario).
Eso permite aplicarla (de nuevo en teoría) a prácticamente cualquier sistema, incluyendo aplicaciones antiguas que, a lo mejor, carecen de APIs modernas o interfaces de integración.
Como el bot emula a una persona sentada ante la interfaz del software, cualquier aplicación o proceso digital es susceptible de automatizarse con RPA, siempre que la tecnología necesaria esté lo suficientemente desarrollada.
Analicemos un poco más esas diferencias respecto a otras automatizaciones.

RPA vs. Macros o Scripts tradicionales

Mientras que una macro suele estar limitada a una sola aplicación (como Excel), un bot RPA puede operar de forma transversal a través de múltiples aplicaciones, entornos y ventanas, coordinando flujos de trabajo complejos. Estos pueden involucrar, desde ese Excel, hasta una aplicación web moderna de la que extraer los datos para integrarlos en la hoja de cálculo.
Del mismo modo, nuestro script de configuración automática de un nuevo sistema Linux (porque no paramos de hacer distro-hopping) quizá descargue con wget una aplicación concreta, pero que esa versión se haya quedado anticuada o el enlace haya cambiado, dando un error en nuestro código.
Con RPA podríamos hacer que descargue la versión más actualizada sin necesidad de estar retocando el script.

RPA vs. APIs

El uso de APIs es un preferido en el gremio por razones obvias, pero requiere que las aplicaciones la tengan o estén bien documentadas (buena suerte con eso). La RPA no requiere APIs, al interactuar con la interfaz como haría una persona.
Eso lo hace ideal para sistemas y aplicaciones legacy o que, por lo que sea, no tengan API o su documentación esté en arameo.

RPA vs. BPM (Business Process Management)

El BPM es una disciplina para modelar, automatizar y optimizar procesos de negocio complejos de principio a fin. Aquí, el RPA puede complementar a la estrategia BPM, automatizando tareas manuales específicas dentro de un proceso mayor.
Como vemos, la clave es imitar la capacidad humana de interactuar directamente con el sistema, así que es hora de descifrar la magia negra que hay bajo el capó de esta tecnología.

¿Cómo funciona la automatización robótica de procesos (RPA)?

El funcionamiento de la RPA se basa en la creación de esos bots o agentes que siguen un conjunto definido de reglas (scripts) para ejecutar una secuencia de pasos.
Así, pueden interactuar con los elementos de la interfaz de usuario (UI) de la misma manera que un humano:

  • Haciendo clic.
  • Escribiendo en campos.
  • Leyendo datos de la pantalla.
  • Copiando y pegando información…

Elementos clave de un sistema RPA

Para conseguir lo anterior, la RPA utiliza:

  • Bots: De dos tipos: attended (es decir, asistidos a los que no puedes dejar completamente solo, de modo que trabajan junto a un usuario o este los activa) y unattended (no asistidos, que operan de forma autónoma, mientras a ti te resbala la gota de sudor, porque hace lo mismo que tú, pero cien veces más rápido).
  • Scripts o Flujos de Trabajo: Son las instrucciones que sigue el agente y definen la lógica, las reglas de negocio y la secuencia de acciones a realizar. Es decir, que detalla las aplicaciones a ejecutar, las ventanas e información a usar dentro de las aplicaciones…
  • Triggers (Disparadores): Son los eventos que inician la ejecución de un bot. Pueden ser programados (ejecución a una hora específica al estilo cron), basados en eventos (como la llegada de esa factura al correo en el ejemplo anterior) o iniciados por un usuario.
  • Interfaces (Grabadoras y Editores): Muchas plataformas RPA incluyen herramientas para grabar las acciones de un usuario y convertirlas en un script base, que luego es editado y pulido en un editor visual.

La cuestión es que todos esos elementos están potenciados y movidos por tecnologías como:

  • Modelos Masivos de Lenguaje. Capaces de comprender que lo que ha llegado al email es una factura y no un presupuesto y cuáles son los datos básicos a contabilizar de ella.
  • OCR para leer del PDF esos datos.
  • Computer Vision (ahora asistida por IA), que permite al bot reconocer los elementos de la pantalla o interfaz, como botones o campos, etc.

Uso de plataformas low-code y no-code

Las herramientas modernas de RPA han evolucionado en muchas ocasiones hacia entornos low-code y/o no-code.
Esto implica que los especialistas de negocio que conocen los procesos de la organización, o técnicos IT sin conocimiento profundo de programación, pueden utilizar estas herramientas visuales, y la lógica preconstruida que traiga el programa, para diseñar, desarrollar y desplegar automatizaciones.
Esto democratiza la automatización y acelera el time-to-value, reduciendo la carga en los equipos de desarrollo que, para automatizar el mañana tienen que doblar su carga de trabajo hoy.

Tipos de RPA: asistida, no asistida e híbrida

Como he comentado antes, no todos los bots son iguales. Su clasificación, y por tanto la de la automatización que realizan, depende de cómo se despliegan e interactúan con el sistema.

RPA Asistida (Attended RPA)

Estos bots trabajan en el ordenador de un usuario y es este el que los inicia. De esa manera, por fin tienes tus propios minions que actúan como asistentes virtuales, ayudándote en tareas específicas dentro de tu flujo de trabajo.
Son ideales para procesos que requieren intervención humana en la toma de decisiones o en el suministro de la información necesaria.
Ejemplo: Un bot que ayuda al técnico de soporte a rellenar automáticamente datos de un cliente en múltiples sistemas, tras recibir una llamada o ticket.

RPA No Asistida (Unattended RPA)

Estos agentes operan de forma autónoma en servidores o máquinas virtuales, sin necesidad de interacción humana, ya que se ejecutan de forma programada o se activan con eventos específicos.
Su utilidad para procesos de alto volumen y/o larga duración entre bambalinas es interesante.
Ejemplo: Un bot que, cada noche, ejecuta un proceso de extracción de datos de varios sistemas, generando un informe IT con lo que desees, que envía por correo para amargarte el café ya a primera hora. O bien un agente de servicio al cliente, capaz de responder a la pregunta que los clientes hacen mil veces al día.

RPA Híbrida

Esta tipología vuelve a permitirme parafrasear el título de uno de los mejores episodios de la televisión, porque recoge lo mejor de ambos mundos.
Una RPA híbrida permite que los bots asistidos y no asistidos se comuniquen entre sí. Un no asistido puede pasar el control a un agente humano (a través de un bot asistido) cuando encuentra una excepción que no puede manejar, y viceversa.
Bien configurado, este modelo ofrece la máxima flexibilidad y cobertura.

Ejemplos de RPA aplicados a la gestión IT

Veamos más a fondo la utilidad de estos súbditos virtuales en nuestro imperio IT para facilitarnos la vida.

Automatización de procesos IT internos

Aquí, algunas de las aplicaciones de la RPA podrían ser:

  • Gestión de tickets de Soporte: Por ejemplo, automatizando la clasificación, priorización y asignación inicial basándonos en palabras clave o en la comprensión del ticket que puede realizar un LLM.
  • Gestión de Usuarios: Durante las altas, bajas y modificaciones de empleados, un bot puede crear o desactivar cuentas de email, en Active Directory, aplicaciones SaaS y otros sistemas, eliminando errores manuales.
  • Monitorización proactiva y respuesta: Los bots pueden monitorizar logs y dashboards. Al detectar una alerta específica (como espacio reducido en disco crítico o problemas de red), pueden ejecutar automáticamente scripts predefinidos (como limpiar archivos temporales), o crear un ticket en el sistema ITSM.
  • Cumplimiento y auditoría: Automatizando la recolección de evidencia para auditorías de seguridad, extrayendo información de configuración de múltiples sistemas, generando informes consolidados…

En definitiva, lo tedioso y repetitivo.

Ejemplos de la automatización de procesos en diferentes sectores

La gestión IT no es la única que puede aprovechar la RPA y esta puede ayudar en muchas actividades como:

  • Finanzas: Automatizando la conciliación bancaria, la generación de informes periódicos, partes de la facturación…
  • Retail: Actualizando precios en el ERP y la tienda online, procesando pedidos o ayudando a gestionar devoluciones.
  • Salud: Automatizando la admisión de pacientes, confirmando citas mediante el envío de mensajes y procesando la respuesta para ver si ha dicho que vendrá o no.

Beneficios de la RPA y por qué es clave

Es indudable que lo que hemos visto proporciona ventajas a las organizaciones que aplican la RPA, como pueden ser:

  • Reducción de Errores e imprecisiones: Los bots no tienen la manía de disociarse durante las tareas repetitivas, marchándose mentalmente al mundo Cyberpunk que se nos prometió y nunca vino, evitando fallos de atención.
  • Cumplimiento Normativo: Dado que los bots siguen unos pasos consistentes, los procesos se ejecutan de acuerdo a regulaciones y políticas establecidas.
  • Ahorro de Costes, mayor ROI y empleados más satisfechos: Automatizando lo tedioso que absorbe el alma con una pajita, puedes dedicar al ingeniero a tareas acordes con su conocimiento, en lugar de tenerlo configurando reglas de UFW.
  • Mejora de la Eficiencia y Productividad: Los agentes trabajan 24/7 sin pausas ni migas sobre el teclado, acelerando tiempos e incrementando el volumen de trabajo realizado.
  • Mayor satisfacción del cliente: Al resolver incidentes rutinarios más rápido, mejoramos la experiencia del usuario.
  • Cumplimiento de los SLA: Los diferentes usos y ejemplos que hemos visto también contribuyen al cumplimiento de los Acuerdos de Nivel de Servicio.

Herramientas RPA y tecnologías complementarias

Actualmente, hay una gran variedad de plataformas RPA como por ejemplo:

  • UiPath. Ofrece automatización por agentes que realizan desde gestión de pedidos, hasta análisis de riesgos o de peticiones de usuarios.
  • Automation Anywhere. De manera similar, se especializa en agentes que automatizan labores que van desde marketing y ventas, hasta recursos humanos, contabilidad, servicio al cliente…
  • Blue Prism. Otro jugador que ofrece soluciones de automatización que abarcan, desde procesos de manufactura, hasta atención en salud, pasando por seguros o telecomunicaciones.

Indudablemente, el gran salto actual de la RPA viene propulsado por la mejora de ciertas tecnologías como:

  • IA / Machine Learning: Que permite a los agentes manejar excepciones, datos no estructurados y decidir basándose en patrones, en lugar de colapsar ante una situación no anticipada en el nido de condicionales de una programación clásica.
  • OCR (Optical Character Recognition): Fundamental para que los bots reconozcan texto en imágenes, documentos o PDFs.
  • NLP (Natural Language Processing): Facilitando que los bots comprendan el lenguaje humano en correos, chats o documentos, clasificando información y extrayendo sentimientos.

Esta combinación permite automatizar procesos complejos que requieran interpretación, yendo más allá de reglas simples y situaciones donde debemos tener cada excepción programada en el árbol de decisiones del bot. Algo que nunca puede abarcar las miles de excepciones con las que amanece la vida cotidiana.

Cómo empezar con RPA: fases y estrategia

Antes de lanzarnos a automatizar, debemos pararnos un instante y seguir los pasos adecuados. De lo contrario, pondremos parches y palos en las ruedas de procesos que funcionaban bien.
Así, las fases de un proyecto de RPA son:

1. Análisis de Procesos

Debemos conocer íntimamente nuestra infraestructura IT y nuestros procesos, para detectar cuáles son candidatos a la automatización.
Los repetitivos, basados en reglas, estables, con volúmenes altos y que operen con aplicaciones digitales son ideales.
Además, las herramientas de monitorización de procesos como Pandora FMS pueden ayudar a identificar cuáles provocan cuellos de botella. Esos deberían ser los primeros a automatizar.

2. Implementación de pruebas (Development & Testing)

Dependiendo de la solución que más encaje con nosotros (o de nuestra programación interna del agente) debemos diseñar el flujo del bot, desarrollarlo y probarlo rigurosamente en un entorno controlado, antes de desplegarlo en producción.

3. Despliegue y Mantenimiento

Si las pruebas salen bien, lanzamos el agente a producción y monitorizamos su desempeño. Si es correcto, genial, pero el trabajo no ha terminado.
Los procesos evolucionan, por lo que los bots necesitarán mantenimiento y actualizaciones para seguir siendo efectivos.

4. Escalado

Una vez comprobado el valor en proyectos piloto, o que el agente no ha hecho explotar nada en las áreas no críticas en las que lo hemos desplegado, podemos escalar.
Una vez más, la monitorización, no solo del bot, sino de otros indicadores clave de rendimiento y satisfacción es clave. Porque la RPA está muy bien, pero toda moneda tiene dos caras y podemos caer en el reverso tenebroso.

Los desafíos de la automatización RPA

Nada está hecho completamente de oro y la automatización no es una excepción. Por eso, todavía afronta bastantes desafíos. Especialmente, cuando esta entra en contacto directo con las personas, ya sean empleados o usuarios.
Así, podemos encontrarnos con:

  • Resistencia al cambio: Los empleados pueden temer que la automatización reemplace sus trabajos. Una comunicación interna clara, y la reasignación a tareas de mayor valor son clave.
  • Insatisfacción de clientes: Si colocamos la automatización como punto inicial de contacto con usuarios y clientes, y no está bien implementada, convirtiéndose en un laberinto frustrante en el que no encuentran solución ni personas con las que hablar, nos estaremos disparando en el pie. Hay que monitorizar esa satisfacción.
  • Gobernanza: Sin una adecuada, puede surgir una gestión IT en la sombra de agentes y bots no supervisados que lleve a riesgos de seguridad y cumplimiento.
  • Escalabilidad: Gestionar unos pocos bots es fácil, pero cientos requiere una plataforma robusta, con y monitorización centralizada.
  • Datos y procesos estables y de calidad: La RPA funciona con datos de alta calidad y procesos estables. Si una UI cambia a menudo, el agente puede fallar y demandar mantenimiento constante.

Cómo Pandora FMS puede apoyar la automatización RPA

Como toda tendencia pujante, la RPA está hecha, en buena parte, de marketing y promesas. Por eso he hablado tanto de monitorización, porque todo suena genial… hasta que entra en contacto con la realidad.
En ese proceso de automatización, Pandora FMS permite:

  • Vigilar el ecosistema RPA: Monitorizando la salud de los servidores donde se ejecutan los agentes, el uso de CPU/memoria, la disponibilidad de las aplicaciones…
  • Integración con Flujos ITSM: Recibiendo alertas de las plataformas RPA y garantizando que, si algo no funciona, se sepa y arregle cuanto antes.
  • Medición del rendimiento: ¿Cumple la RPA sus promesas? ¿Ese escalado está funcionando? ¿Podemos implementar esa gobernanza porque la actuación de la RPA es clara? Pandora FMS puede medir ese desempeño, comparando con los indicadores previos a la automatización.

La automatización sin monitorización es un acto de ceguera, y el primer paso del desastre.

Por qué invertir en RPA y su evolución futura

La automatización despierta tantas fantasías como recelos pero, independientemente de nuestra opinión, es una tendencia que ha venido para quedarse.
Por eso, no debe verse como una táctica puntual para quitarnos procesos pesados, sino como parte de la estrategia a futuro.
La tecnología es un tren bala que no se detiene por nadie y, si perdemos el que toca, resulta imposible recortar la ventaja que nos sacarán los que sí lo cogieron.
No hablo de invertir por FOMO, sino entender que, a pesar de lo que queda, y de que la RPA está llena de promesas (como toda tendencia IT), lo cierto es que parece imparable y una nueva transformación digital.
Solo el tiempo dirá si se cumplen las expectativas más optimistas, pero es cierto que, ya hoy, puede ayudarnos a tener una fuerza de trabajo aumentada, realizando algunas de esas tareas que absorben las ganas de vivir y liberando tiempo y espacio mental para lo importante.
El reto es integrar para su objetivo inicial de optimizar y no sustituir, además de que no nos cieguen las luces brillantes del marketing. Eso lo haremos con un piloto bien definido, que nos permita comprobar cómo funciona la RPA en nuestro caso particular.
Así, quizá cumplamos el anhelo de poder dedicarnos a lo importante y, de paso, tener algo que, por fin, hace lo que le decimos sin rechistar.

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